domingo, 11 de septiembre de 2011

Esta es la imagen que utilizamos para promover la colecta por Africa:

En busca de sonrisas de chocolate




Nos hemos vuelto coleccionistas de sonrisas, por ello decidimos dar nuestro tiempo por sonrisas de chocolate. Estamos al tanto de la situación que hoy duele a Africa y su dolor nos duele también. Pese a que la distancia nos separa y esos príncipes y princesas no nos conocen, sabemos que podemos ser esperanza para ellos. Como les contábamos antes, ya el ingenio lo hemos desarrollado y escogimos hacer una cruzada en la que puedan involucrarse absolutamente todos. El 26 de agosto saldremos a las calles por Africa y por ese mas de medio millón de niños y niñas cuyas sonrisas merecen mas tiempo.
Desde que empezamos hemos creído que recibir aportes en dinero es muy delicado porque la desconfianza y falta de fe del mundo se ha convertido en una constante, por ello buscamos los mecanismos que nos permitan enviar alimentos y víveres al continente africano, sin embargo enviar ayuda no nos resulto fácil. En vista de que no contamos con los medios necesarios, decidimos hacer una gran colecta y enviar el dinero recaudado a la fundación http://www.madreselvaongd.net/ quienes recaudan toda la ayuda posible para llevarla DIRECTAMENTE al sitio del hambre.
Nos organizamos de la siguiente manera:
1. Recaudar dentro de 1 o 2 meses todo lo que podamos, a través de la ejecución de actividades que nos permitan reunir fondos. (colectas, mercados de pulgas, venta de camisetas solidarias, ferias de dulces, etc)
2. Un miembro de Tu Tiempo por una Sonrisa viajara a España y entregara personalmente todos los fondos recaudados.
3.Publicaremos el valor total recaudado y las fotografias de todas las actividades realizadas.
4.Publicaremos un documento informando de las actividades y el respectivo documento que certifique la entrega de dinero en Madre Selva.
Por ahora, les dejo fotos:








Nuestras ultimas visitas






Nos encantaria poder mantener el mismo estilo de posts que hemos publicado últimamente. Sin embargo, hemos tenido la suerte y alegría de llegar cada vez a mas lugares por ello (y para mantenerlos al día) creemos oportuno mostrarles en imágenes todas nuestras recientes visitas. Esta vez conocimos sectores nuevos, recorrimos recintos de Samborondon y escuelas muy precarias, que pese a sus deficiencias no se rinden y continúan educando.
Como todas las visitas, de cada lugar nos llevamos anécdotas. Hemos crecido. Hemos aprendido a ingeniarnoslas aun mas y contamos también con muchas manos nuevas dispuestas a servir. Las risas siguen siendo nuestra bandera y en la cocina ya estamos haciendonos mas expertos. Ahora, nos resulta mas fácil preparar lo que antes nos tomaba muchísimas horas y los hombres han dejado de lado el trabajo de carga y ya aprendieron a desmenuzar pollo para los sanduches :)
Les dejo las fotos de las visitas:







jueves, 21 de julio de 2011

Nuestra Quinta Visita: Escuela Barrio Lindo

Como han podido darse cuenta, nuestra iniciativa consiste en llegar a lugares de mucha pobreza y visitarlos para compartir con ellos comida, víveres, tiempo, ropa, asistencia, etc. Nuestras visitas han tenido como objetivo alimentar a un mínimo de 100 niños cada semana. Esta semana fue especial: recibimos no 100, sino 340 sonrisas. Imaginense, a quien no se le alegra la vida así? y puedo asegurarles que hubo risas maravillosas, especialmente una: la de Valentina. Verla a ella es ver al amor. Sus muestras de afecto, sumadas a las de sus amigos, son uno de los recuerdos que como grupo mas atesoramos. Se preguntaran que tiene ella que la hizo destacar entre 340, pues Valentina padece síndrome de down y en un pueblo donde a simple vista pareciera que nada alcanza y la tristeza es lo común, esta ella, quien con sus ganas de vivir le dice al mundo de la forma mas sencilla que todos los días vale la pena levantarse y respirar.
Explicarles lo cansado que nos resulto cocinar 340 platos y sorpresas es intrascendente ya. Después de una visita como esta es cuando te das cuenta que lo que para ti es un esfuerzo para otro es un milagro.


Nuestra Cuarta Visita: Playland Park

En medio de un día en que parecía que no juntaríamos la comida y que el ingenio no nos alcanzaba para mantenernos todas las semanas alimentando niños, recibimos una donación sorprendente: 150 boletos para llevar por 3 horas a nuestros enanos al playland park. Decir que estábamos contentos es poco. Hemos tenido la alegría de recibir noticias de este tipo cada que sentimos que el camino empieza a llenarse de obstáculos. Estos regalos son el impulso que necesitamos para saber que la labor vale la pena y que las sonrisas merecen todos los esfuerzos.
Como en los post anteriores les hice una recopilación de fotos para que desde aquí puedan compartir con nosotros estos momentos y, pese a estar lejos, logren disfrutar de cada sonrisa recibida ese día.
No esta de mas contarles que aquel día muchas manos se sumaron, muchos amigos se convirtieron en padres y madres postizas y otros, como Patricio y Chechi brindaron tanto su tiempo como el vehículo que nos permitió trasladar a los niños. Un gracias no nos alcanza pero no conocemos de otra palabra para expresarles nuestro cariño.

jueves, 30 de junio de 2011

Nuestra Tercera Visita: Guasmo


Creemos que los lugares nos escogen a nosotros y en esta visita pude comprobarlo. Nuestra intención era visitar un albergue de niños huérfanos al cual no pudimos ingresar por temas burocráticos del INNFA. Sin embargo, se nos facilitó una lista de lugares que si bien el INNFA conoce que existen no puede brindarles todo el apoyo que necesitan. Ante ello decidimos ir nosotros e intentar en un día aliviar un poco la carga y compartir el mayor tiempo posible para conocer su realidad y necesidades.

Jorge fue el conductor designado mientras las demás alistábamos la comida y todo lo que nos habían donado para poder abastecer la cocina del lugar. La guardería nos recibió entre llantos y palabras mochas. Este era un lugar diferente: eran los niños mas pequeños que visitábamos. Sus edades iban desde los 5 meses hasta los 5 años, por ello el menú de alimentos tuvimos que variarlo y adaptarnos a esos estómagos en madurez que nos recibían. Los cuneros estaban llenos y tuvimos que adecuar nuestras extremidades para sostener bebes y al mismo tiempo repartir y servir la comida.

No pretendemos solo llenar barrigas sino también regalar nuestro tiempo. Todos creemos que de nada sirve un cuerpo sano si esta huérfano de sentimientos. Y es que amor es lo que a este mundo le hace falta.

Fue una mañana especial. Aprendí que las cosas buenas si pasan y como si se tratase de alguna mágica complicidad divina resulto que en aquella guardería encontré a mis princesas de chocolate, a las que llevaba días sin ver y quienes -ignorándolo- habían motivado todo.

Que estas fotos les regalen sonrisas:


Nuestra Segunda Visita: Recinto La Estacada


Cada visita tiene sus anécdotas y aquel día en La Estacada no fue la excepción. El recinto esta ubicado en el km 24 1/2 de la Vía a Daule, para acceder al pueblo es necesario adentrarse en un camino de tierra enmarcado por sembríos de arroz y unas cuantas vacas. Al final, llegando al rio es donde la primera anécdota aparecía: había que cambiar de medio de transporte y dejar los carros en la orilla para tomar una panga que nos llevaría al recinto, siempre y cuando la marea este de nuestro lado.

Llego la hora de embarcarnos. Empezamos algunos a negociar el precio del "cruce" mientras otros se preparaban intentado controlar sus fobias. Al cabo de 20 minutos y luego de cargar con toda la comida, llegamos a la otra orilla y emprendimos la caminata hacia la escuela del lugar donde 100 niños estaban ya esperandonos.

Dejare que sean las fotografías de ese día las que les cuenten la experiencia:


Nuestra Primera visita

Todo empezó a finales de mayo entre lagrimas de nostalgia y síntomas incontenibles de extrañamiento. El 30 de ese mes dos princesas de chocolate dejaban mi casa -por razones que no son importantes- y se iban a vivir allá, donde parece que Guayaquil acaba. Como no es de sorprenderse, en un país que se alegra con música triste, se torna difícil no "crear" desde la pena. Y yo cree... Decidí aceptar mi perdida alejada de lo tradicional: No iba a llorarlas mas; iba a buscarlas en los rostros de todos los niños y en su nombre hacerlos felices. Era lo menos que podía hacer para con la vida que tan inmerecidamente me las había regalado y así, con ellas, me había también aleccionado.

Lo primero en que pensé fue que seguro tendrían hambre, que pasarían incomodidades y les harían falta cosas básicas. También pensé que era mi turno de entrar en su espacio, adaptarme a el y desde ahí -sin sacarlos- debía y debo hacer algo por ellos. Como buena (casi) manaba no podía hacer algo sin mi gente y quien mejor que mi familia, mi novio y mis amigos para darme una mano. Esas fueron las primeras sonrisas que deposite en mi banco. Ninguno se negó y todos animados empezamos a pasar la voz para juntar manos, comida, tiempo y ganas.

Así, el 31 de mayo a las 6pm, estábamos 8 locos en el puente cercano al Policentro cargados de tarrinas con comida (el infaltable arroz fiestero), colas, caramelos, vaso, hielo y cucharas esperando a los niños y niñas que muy puntualmente venden sus rosas o extienden sus manos en ese sector. La falta de experiencia nos jugo un mal susto y nos tenia ahí: parados, cargados sin tener a quien servir. Permitanme retractarme. Nada tenia que ver la falta de experiencia, eran los municipales y policías que ubicados cerca nos ahuyentaban a nuestros clientes. Ellos mas inteligentes ya los habían detectado y aseguraban que no caerían en la "trampa".
Bien dicen que "si Maoma no va a la montaña, la montaña va a Maoma" y por ello hicimos un trabajo a domicilio. Recorrimos casi todo el norte repartiendo comida, colas y sorpresas a todos los niños y niñas que inundan las calles pese a la indiferencia de muchos. La tarde/noche fue gratificante y agotadora. Las sonrisas siguen siendo incalculables.

Ese día fue el primero de cuatro semanas increíbles. Ese día fuimos 8 quienes pudimos compartir con los niños pero en realidad fueron muchos los que a través de sus donaciones hicieron posible una tarde inolvidable. Ese día entendí que mientras algunos pierden el tiempo renegando de la vida hay sonrisas por todos lados esperando alguien que las reciba.

Aquí les dejo la imagen del primer día: